TRES PECES Y UN FANTASMA
El mono rojo, con agilidad sin par, tropezó, introdujo un pie en un bote de pintura, y esta se derramó en el asfalto creando una polifonía cromática ( o una policromía melódica, segun se mire o segun se oiga). (No sé si me sigues por donde voy)
En el interín se fraguó un mural de 20 m. aprox.
He aquí el proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario